Por Dr. Amín Cruz
“Cada día, periodistas valientes en todo México se exponen al riesgo de violencia o muerte para hacer su trabajo y mantener informada a la población.” Tyler Mattiace.

México se posiciona de manera consistente como uno de los países más mortíferos para periodistas en el mundo. No es normal que un país que no está en guerra tenga estos niveles de violencia contra la prensa, expresó Tyler Mattiace, investigador de la División de las Américas de Human Rights Watch, en Así el Weso.
La agudización de la violencia contra periodistas en México debilita gravemente la libertad de prensa, señaló Human Rights Watch hoy, con ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Para el Congreso Hispanoamericano de Prensa y el Congreso Mundial de Prensa es muy preocupante esta situación que se vive en México.
Teníamos una gran esperanza de que todo iba a cambiar con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no ha sido así, le sugerimos tomar medidas urgentes para, parar las muertes y fortalecer el mecanismo de protección del gobierno federal, cesar el hostigamiento a periodistas que critican al gobierno y asegurar que los fiscales pongan fin a la impunidad casi absoluta de estos crímenes.
Es increíble que en un país democrático en lo que va del 2022, ocho periodistas han sido asesinados en México más que en todo 2021 y en segunda posición después de Ucrania, que está en guerra, donde al menos 12 periodistas han sido asesinados, la mayoría mientras cubría la guerra, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
Señor presidente para su gestión de gobierno no es favorable que 33 periodistas han sido asesinados en México en relación con su trabajo desde que usted Sr. López Obrador asumió la presidencia en diciembre de 2018, conforme señala la organización de libertad de prensa Artículo 19, que realiza un seguimiento de estos asesinatos.
Para el Congreso Hispanoamericano de Prensa y el Congreso Mundial de Prensa, es preocupante que “este año va en camino a convertirse en el más letal de la historia para los periodistas en México”, indicó Tyler Mattiace, investigador para las Américas de Human Rights Watch. “El presidente López Obrador no solo no ha abordado la violencia contra la prensa, sino que además sigue utilizando sus conferencias mañaneras para hostigar e intimidar a periodistas”, según HRW.
Los periodistas del mundo califican a México como uno de los países más peligrosos del universo, en cuanto a la cantidad de asesinatos cada año, igual, es preocupante que la ciudadanía sufra de estos vejámenes y las autoridades rara vez esclarecen estos crímenes o enjuician a los responsables, de acuerdo a una investigación de Américas de Human Rights Watch.
El mecanismo de protección para defensores de derechos humanos y periodistas del gobierno federal tiene una capacidad limitada para responder a todas las necesidades de protección. El Congreso Hispanoamericano de Prensa y el Congreso Mundial de Prensa, exigen y piden mayor presupuesto y ampliación del mecanismo de protección federal al periodista.
La mayoría de los crímenes – asesinatos en México de los periodistas quedan impunes, de las 105 investigaciones sobre asesinatos de periodistas realizadas por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) desde su creación en 2010, tan solo seis han resultado en condenas por homicidio. Hay familiares que han presentado todas las evidencias de los asesinos de sus parientes y nada ha pasado como el caso de Francisco Pacheco Beltrán entre otros tanto.
Ante estos hechos de violencia, muchos periodistas recurren a la autocensura y eso es triste porque el gobierno de AMLO debe ampararse en la carta de las Naciones Unidas, y en las leyes constitucionales sobre el Derecho Universal de los Derechos Humanos y la Libertad de Prensa e Información y proteger a la prensa, aunque no comulgue con sus ideales.
AMLO evite la impunidad y “teatro” del Gobierno
Durante las conferencias de prensa matutinas que usted realiza diariamente, se le han presentado a usted y a sus funcionarios del gobierno los nombres y fotografías de personas que los familiares, asociaciones, sindicatos y periodistas, los acusan como responsables del asesinato de periodistas entre otros delitos, con documentos y mensajes “cero impunidades”.
Este teatro de orden público no garantiza que habrá justicia por los asesinatos de periodistas, señaló Human Rights Watch. La mayoría de las denuncias penales en México no avanzan más allá de la investigación inicial, incluso cuando las autoridades han identificado presuntos responsables, no pasa nada.
Tan solo 2.5 % de las investigaciones penales en 2020 resultaron en una vinculación a proceso, y poco menos de 0.3 % llegaron a un juicio oral, conforme indica México Evalúa. Aproximadamente 95 % de todos los crímenes nunca se esclarecen, según México Evalúa.
Según Human Rights Watch, el presidente López Obrador ha adoptado una actitud hostil hacia los periodistas independientes. A menudo señala abiertamente a periodistas que critican su gestión, mencionando sus nombres y otros datos personales durante las conferencias de prensa matutinas, y acusándolos de “corruptos” o “criminales”, con la presunta intención de hostigarlos e intimidarlos, puntualiza HRW.
El gobierno federal y los estados implementan mecanismos de protección para periodistas y defensores de derechos humanos. Estos mecanismos brindan sistemas de cámaras, botones de pánico, protección policial y asistencia para la reubicación a periodistas amenazados.
El mecanismo federal, creado en 2012, cubría a 521 periodistas y 1045 defensores de derechos humanos bajo amenaza al 29 de abril del presente año, esta cifra cada día crece más y más, esto sin contar las personas y profesionales que asumen su propia defensa, hasta el extremo de exiliándose.
Estos mecanismos son de suma importancia, pero presentan falencias y no han podido responder a todas las necesidades de protección, indicó Human Rights Watch. El mecanismo de protección federal frecuentemente agota su presupuesto antes de culminar el año y no cuenta con personal suficiente, lo cual genera demoras, según señalaron integrantes de su junta de gobierno a Human Rights Watch.
Esta situación se ve agravada por el número de personas que solicitan protección, que se ha duplicado desde 2018. Adicionalmente, el mecanismo a menudo enfrenta dificultades para coordinar su trabajo con el de funcionarios estatales y locales, conforme un diagnóstico que realizó la oficina en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en 2019.
Nueve periodistas han sido asesinados mientras recibían protección del gobierno federal, su mayoría durante el gobierno de López Obrador, indicó un representante del mecanismo federal a Human Rights Watch. En otros casos, periodistas solicitaron protección al gobierno, pero fueron asesinados antes de recibirla, conforme señala el Comité para la Protección de los Periodistas.
Reforma para mejorar protección de periodistas y activistas. El Congreso Hispanoamericano de Prensa y el Congreso Mundial de Prensa, exhorta o hace un llamado a todos los periodistas, comunicadores, profesionales, mujeres y hombres de buena voluntad de México a presentar propuestas aun fueran puntos de vista por escrito al comité o a la cámara de representantes y al congreso, hacer presencia, es la oportunidad de las instituciones periodísticas deben accionar a tiempo.
El gobierno de López Obrador ha propuesto una reforma del sistema de protección y afirma que tiene intención de enviar un proyecto al Congreso en septiembre. Los funcionarios todavía no han divulgado el texto preliminar del proyecto.
Esta reforma podría mejorar la protección de periodistas y defensores de derechos humanos en México, pero solamente si aborda los graves desafíos que enfrenta sistema actual, que han sido identificados por la Oficina de la ACNUDH y otros actores, apuntó Human Rights Watch.
El Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha exhortado a López Obrador a que ponga fin a la intimidación de la prensa y reconozca la crisis de violencia contra los periodistas en México.
En 2019, la Oficina de la ACNUDH reconoció que el hostigamiento oficial es un factor estructural que contribuye a la violencia contra periodistas e instó al gobierno de López Obrador a encabezar una campaña nacional que reconozca el papel positivo que tienen los periodistas y defensores de derechos humanos en la sociedad.
Los gobiernos tienen la obligación conforme al derecho internacional de proteger la libertad de prensa, lo cual incluye adoptar medidas para prevenir los ataques contra periodistas y asegurar que dichos ataques sean investigados y se juzgados.
Para Mattiace la impunidad es un tema central ya que «por así decirlo, es muy barato asesinar a un periodista en México porque esos delitos casi nunca se esclarecen ni son castigados», pues a nivel federal solo se han logrado 6 condenas por homicidio de las más de 50 investigaciones que ha llevado a cabo.
También se afecta la libertad de prensa, ya que no puede existir «si una buena parte de los periodistas, comunicadores y medios saben que no pueden tratar ciertos temas sin sufrir consecuencias».
Finalmente, Tyler Mattiace señaló la contradicción en las mañaneras, donde el presidente López Obrador señala que se va a buscar a los responsables de estos delitos, cuando a la vez utiliza ese espacio para hostigar e intimidar a periodistas. «Yo diría que el ¿Quién es quién? es muy claro que no es ningún ejercicio de fact cheking o verificación, sino un ejercicio de intimidar a quienes se atreven a diferir con la línea del gobierno.»
“Cada día, periodistas valientes en todo México se exponen al riesgo de violencia o muerte para hacer su trabajo y mantener informada a la población”, señaló Mattiace. “En vez de atacar y denigrar a los periodistas, el presidente López Obrador debería respaldarlos”.
“Este año va en camino a convertirse en el más letal de la historia para los periodistas en México.” Tyler Mattiace, investigador para las Américas de Human Rights Watch. Dr. Amín Cruz, PhD, diplomático, historiador, educador, periodista, escritor, CEO presidente fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa, Padre embajador del Periodismo Latinoamericano, residente en New York.