Por Araceli Aguilar Salgado
“La ciencia lo ha advertido, de no revertir el calentamiento global los efectos serán catastróficos”
La cumbre COP 27 será una oportunidad para intercambiar ideas y visiones y trabajar arduamente para llegar a decisiones justas, equilibradas e integrales para acelerar la adopción de medidas reales” contra el cambio climático.
En este sentido, apuntó que en especial debe servir para “ayudar a los países en desarrollo africanos” y a los “más afectados” para que puedan adoptar medidas y frenar la crisis climática.
La COP 27 representa una oportunidad única para acordar medidas más ambiciosas y radicales para frenar la crisis climática que diariamente pone en riesgo a la naturaleza y a las personas.
La Conferencia de las Partes o COP (Conference Of Parties por sus siglas en inglés) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) es un evento que reúne a los órganos de negociación sobre cambio climático más importantes del mundo.
La primera conferencia mundial sobre el clima se remonta a 1979, en Ginebra (Suiza), pero fue hasta 16 años después que la primera COP tuvo lugar en Berlín, en el año 1995.
Desde entonces, cada año se realiza la COP en donde las Partes hablan, negocian y acuerdan de manera conjunta decisiones vinculantes para revertir el problema del cambio climático.
Los temas de las mesas redondas de los líderes incluirán el desarrollo del hidrógeno verde, la seguridad hídrica y alimentaria, la consecución de una transición energética justa hacia las energías renovables y las comunidades vulnerables.
Este año la COP 27, se realizará del 7 al 18 de noviembre de 2022 en Sharm el Sheikh, Egipto.
Es un momento alarmante y crucial en la lucha contra el cambio climático. Tan sólo el año pasado el informe del IPCC pronosticó que de no tomar acción de manera inmediata no se podrá evitar el aumento del calentamiento global y las consecuencias para la especie humana, y el resto de la vida que habita el planeta, serán devastadoras.
Y este año las cosas parecen no ser muy distintas, ya que nuevamente el informe del IPPC revela la urgencia de tomar acción ante el cambio climático que generan perturbaciones peligrosas en la naturaleza y afectan la vida de miles de millones de personas en todo el mundo.
El mundo es 1,1 °C más caliente que en tiempos preindustriales y el planeta es más caliente de lo que ha sido en los últimos 125 mil años y para salvar la vida en la Tierra, es fundamental que la temperatura global se mantenga por debajo de los 1,5 °C.
Así lo reveló el informe especial del IPCC sobre el Calentamiento global de 1,5 °C. En dicho documento se asegura que la meta debe ser más ambiciosa a los 2 °C, ya que de lo contrario estaríamos poniendo en riesgo la vida de todos los arrecifes de coral y con el 1,5 ºC lograríamos salvar, quizá, el 35% de estos.
Por ello, es de vital importancia trabajar en conjunto y llamar desde todas las trincheras a la acción de soluciones, para que el futuro pueda ser una realidad.
Aunque México, Latinoamérica y el Caribe solo representa el 9,4% de las emisiones globales, es fundamental que se sumen a la lucha contra el cambio climático ya que esta región es una de las más biodiversas del mundo y cuenta con ecosistemas que son necesarios para el futuro del planeta como la Amazonia, El Gran Arrefice Maya (el segundo más grande del mundo), El Desierto de Atacama; además de los manglares, bosques, humedales y otros.
La importancia de líderes climáticos y activistas en esta región es fundamental para presionar en la creación de leyes que garanticen, protejan, conserven o reparen el daño a la naturaleza.
De acuerdo con un informe elaborado en 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Latinoamérica se verá gravemente afectada en temas de salud, alimentación y acceso al agua debido a esta problemática ambiental.
Por eso es fundamental participar, pues también se trata de garantizar justicia climática para los habitantes de esta región, quienes, según la ONU, son y serán los más afectados debido a la desigualdad, pobreza y rezago en el que viven.
Por si fuera poco, el desarrollo socioeconómico de las poblaciones de América Latina y el Caribe también se verán dañadas de no actuar cuanto antes en esta carrera contra la crisis climática.
El cambio climático, no distingue entre países, es un problema que perjudica a todos y por ello deben darse soluciones en conjunto.
En este sentido la COP 27 se presenta como una oportunidad ideal para intercambiar ideas y visiones de manera multilateral, además de trabajar, de la misma forma, en la toma de decisiones justas, equilibradas e integradas que apresuren la adopción de medidas reales contra el cambio climático.
Durante la COP 27 se espera que los gobiernos, activistas y el resto de la comunidad internacional trabajen en conjunto para agilizar, cuanto antes, los esfuerzos globales para la protección del medio ambiente.
90 jefes de Estado han confirmado su asistencia a las negociaciones sobre el clima de la COP 27 que se celebrarán en noviembre en Egipto, donde abordarán temas como la transición energética y la seguridad alimentaria
Egipto trabaja para incluir «pérdidas y daños» -compensaciones a los países vulnerables al clima que ya están sufriendo las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos- en la agenda formal de la cumbre.
“Enfrentarse a la realidad” del cambio climático y tomar las decisiones necesarias durante la nueva ronda de negociaciones de la COP27. Acelerar el ritmo de la transición energética de aquí a 2030 y negociar un acuerdo de reparaciones para los países en vías de desarrollo son los grandes desafíos de esas negociaciones bajo presidencia egipcia.”
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México