“Su inspiración medievalista marcó una diferencia entre la arquitectura clásica de los edificios del Estado y la religiosa.”
La iglesia se construyó en el mismo lugar donde se encontraba una capilla de techo pajizo construida por fray Antonio María Garzón. El templo actual es de estilo gótico-morisco, su construcción fue solicitada por el arzobispo Vicente Arbeláez al arquitecto bogotano Julián Lombana en 1875, encargado de la construcción, quien en medio de la obra se cayó de un andamio mientras revisaba con lupa los detalles de las partes altas de la iglesia.
La caída del arquitecto trajo consecuencias graves. Lombana tuvo heridas de consideración que le produjo la pérdida de un brazo y una de sus piernas. Tiempo después de una larga recuperación, el arquitecto Bogotano, que empezó su carrera como aprendiz de obra, ayudando a levantar el capitolio nacional, siguió trabajando en la construcción de Lourdes, iglesia que en 2016 fue elevada a basílica menor. Un año después de la muerte del arquitecto Lombana Herrera, el terremoto de 1917 por poco tumba la iglesia Los daños de aquel terremoto fueron importantes, entre ellos, se cayó el segundo nivel de la torre central.
Después de las distintas modificaciones que se le hicieron a la iglesia de Lourdes su verdadera construcción finalizó en 1950.
Esta iglesia es el símbolo más representativo de la localidad de Chapinero debido a su arquitectura, sus obras artísticas, y sus vitrales todo lo cual la convierte en uno de los puntos de referencia más importantes de la capital para propios y visitantes. Su construcción de estiló gótico europeo es imponente y majestuoso. Es la segunda iglesia más grande e importante de Bogotá, después de la Catedral Primada de Colombia, que está levantada frente a la Plaza de Bolívar y a la alcaldía de Bogotá
Fue erigida en parroquia en 1903 y consagrada en 1904. El órgano tubular fue traído de Alemania en 1950. La imagen de Nuestra Señora de Lourdes fue coronada en 1988 por el cardenal Mario Rebollo Bravo.
Esta iglesia ha sido una sencilla imitación del estilo gótico fue rigurosamente conservado el estilo al coronar las cimas de las caras laterales y las torrecillas con bien dispuestas cresterías, una de las características propias de la arquitectura ojival que en su primera mirada de inmediato impresiona al visitante por la altura de la torre cuadrangular que remata la fachada elevándose aproximadamente 60 metros a partir del atrio.
Las torrecillas laterales, las ojivas de puertas “tres en la parte frontal y dos laterales” y ventanales, las cornisas bien ornamentadas al igual que el reloj son elementos que contribuyen a la riqueza visual.
En la torre se encuentra el andamiaje del campanario tradicional donde se ubican las cuatro campanas en bronce que luego de su instalación fueron bendecidas por el Señor Arzobispo Herrera Restrepo el 17 de mayo de 1917 donde recibieron los nombres de Nuestra Señora de Lourdes (la mayor), San José, San Vicente y San Bernardo.
Los nombres de las dos últimas corresponden a los prelados que más contribuyeron al progreso de la parroquia hasta ese momento.
Desde la puerta principal se aprecia la Capilla Mayor donde permanece majestuosa la imagen de Nuestra Señora de Lourdes y el Sagrario, hermosa obra de orfebrería Francesa.
En el centro del crucero de las capillas encontramos el Altar Mayor construido en mármol blanco y adornado con altos-relieves.
Todo esto bañado con una iluminación natural que se filtra a través de las varias ventanas y de los nueve vitrales policromados de origen alemán colocados desde el Bautisterio hasta la capilla de San José.
También se pueden admirar los cuadros en relieve del Viacrucis y las cuatro lámparas de araña de gran tamaño que penden de la bóveda, como las pequeñas que iluminan las naves laterales.
El órgano tubular de gran calidad sonora que acompaña las celebraciones litúrgicas fue traído de Alemania e inaugurado en 1950, el día de la Inmaculada.
La iglesia neogótica es uno de los símbolos más representativos de Bogotá. Fue declarada basílica menor por el Vaticano en 2015.
“El papel que juega la tripleta de agentes: los arquitectos, la feligresía y los sacerdotes en la arquitectura actividad de interacción social en busca de edificar espacios para diversas funciones y que, en el caso de una iglesia o un templo católico, requiere de la participación activa de quienes creen y son parte del culto religioso.” Dr. Amín Cruz
Dr. Amín Cruz CEO Presidente Fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.