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miércoles, enero 15, 2025
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Mensaje de navidad para el mundo

“Debemos tener fe en que la paz es buena, en que es posible y en que es irreemplazable.” AC

Sin duda, para muchos esta será la última Navidad. No pretendo ser alarmista, sino más bien visibilizar una realidad que merece nuestra atención y reflexión. Algunos son conscientes del viaje que pronto emprenderán, mientras que otros no lo saben aún.

Para aquellos que continúan con nosotros, la Navidad representa un verdadero renacimiento, un proceso de reconstrucción personal tras la pérdida de un ser querido. Este renacer trae consigo profundos cambios internos: reordenamiento de sentimientos y emociones, y una expansión de la conciencia. A quienes atraviesan estas difíciles circunstancias, les pido, Señor, que les des paz, contención, fortaleza, comprensión y fe.

Para el resto de nosotros, no afectados por la pérdida, pido un reloj que no mida el tiempo con las agujas veloces de los compromisos y obligaciones. Un reloj que se adapte a las prioridades del corazón y la emoción, que el estrés y la rutina han borrado de nuestras vidas. Que podamos volver a decir “buen día” y seguir con sencillez.

También pido a los gobernantes de todos los niveles que, al menos una vez al año, gobiernen con compasión y visiten aquellos lugares donde la caridad es necesaria. Pido que ningún trabajo impida a las personas seguir sus verdaderas vocaciones. Que los temores inculcados se disipen y den paso a la valentía y la esperanza. Que las creencias rígidas heredadas den lugar a incertidumbres personales y elegidas.

Pido por un abrazo sincero de egos, y por un día sin grandes diferencias. Que Dios no tenga que hacer todo solo, sino que sea un invitado en cada hogar, al menos por un día… en Navidad. Que la felicidad sea un trayecto, no una meta final.

La Navidad nos brinda la oportunidad de realizar cambios de conciencia que hacen posible este viaje. A partir de hoy, intentemos celebrar la Navidad de manera diferente, buscando satisfacciones en lugar de frustraciones. Que la ira, la ambición, la tristeza y la pereza, que hasta hoy han sido obstáculos para una felicidad plena, sean reemplazadas por la creatividad y el amor.

La Navidad es también una oportunidad para centrarse en el mensaje de esperanza, paz y amor que trae el evangelio de Jesucristo. El nacimiento de Jesús nos recuerda que la felicidad no depende de tener mucho, sino de disfrutar lo que tenemos.

Que la Navidad sea el pretexto perfecto para trazar nuevas rutas hacia el cambio, descubriendo que el nacimiento de Jesús es una invitación al amor, la paz y la fe. Que todos utilicemos bien nuestros sentimientos, démonos la paz a nosotros mismos; demos la paz a nuestras familias y vecinos; seamos generosos con nuestro regalo de paz a nuestras ciudades, a nuestro país y a nuestro mundo.

Que haya paz en la tierra y que ésta empiece con cada uno de nosotros, en este mismo momento en que corazón a corazón y mente a mente tú y yo nos conectamos por intermedio de este mensaje.

Atraigamos la verdadera paz a nuestras almas practicando el perdón dado y recibido y amando de veras a nosotros mismos, al prójimo y al Espíritu de Vida y Compasión, Origen de todo lo existente.  Seamos aquellos hombres, mujeres, jóvenes y niños merecedores de la gracia, la buena voluntad y la paz, prometidas a todos por los ángeles aquella solemne y tranquila noche en el pueblecito de Belén.

Pues la Navidad es un tiempo para celebrar el amor, la fe y la paz con familia, amigos y quienes nos rodean. Es un momento para reflexionar, compartir y renovar nuestras ilusiones y esperanzas, así como para transmitir valores como el amor, la solidaridad, la generosidad, la identidad y la unión familiar.

Cada nación debe aprender que las gentes de todas las naciones son hijos de Dios y deben compartir la riqueza del mundo. Tú puedes decir que esto es impráctico, lejano, que nunca se podrá efectuar, pero este es el trabajo que se nos ha encomendado. Alguna vez, de alguna manera, en algún lugar, tendremos que enseñar esta gran lección.” ACCA

Dr. Amín Cruz CEO presidente, fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.

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