
¡Oh, Virgen de la Altagracia, nuestra protectora en todo momento!
La Virgen de la Altagracia es una advocación mariana muy venerada en la República Dominicana y es considerada la protectora espiritual del paÃs. Su festividad se celebra cada 21 de enero, y es un dÃa de gran importancia cultural y religiosa.
La historia de la Virgen de la Altagracia es tan antigua como el propio paÃs. Según las tradiciones que se han transmitido de generación en generación, la imagen de la Virgen fue traÃda a la isla por los misioneros franciscanos a principios del siglo XVI, cuando los hermanos españoles, Alonso y Antonio de Trejo, trajeron la imagen desde España a la ciudad de Higüey, según la tradición, la imagen fue encontrada milagrosamente por un anciano desconocido, lo que consolidó su devoción.

Se dice que la pintura, hecha sobre una tabla de madera, llegó a las costas de Higüey en 1502.
El destino de esa imagen serÃa sellado por una serie de milagros atribuidos a la Virgen. En los años que siguieron a su llegada, la gente comenzó a aferrarse a ella en busca de protección y milagros, especialmente en tiempos difÃciles. AsÃ, la Virgen de la Altagracia fue poco a poco convirtiéndose en el pilar de fe que ha unido a los dominicanos a lo largo de su historia.
La Virgen de la Altagracia representa la maternidad, la esperanza y la protección divina. Su imagen muestra a la Virgen MarÃa contemplando con dulzura al Niño Jesús en sus brazos, rodeada por un aura celestial. Es considerada un refugio espiritual para los dominicanos, quienes acuden a ella en busca de consuelo y guÃa

Cada 21 de enero, miles de fieles peregrinan a la BasÃlica de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey para rendir homenaje a la Virgen, agradecer favores recibidos y pedir bendiciones para el futuro. Las festividades incluyen misas solemnes, procesiones, novenarios y actividades culturales que resaltan las tradiciones dominicanas
La Virgen de la Altagracia forma parte del patrimonio cultural dominicano. Su imagen se encuentra en billetes, monedas y obras de arte, demostrando su relevancia en la identidad del paÃs. Más allá de su connotación religiosa, es un sÃmbolo de unidad, esperanza y fe para todos los dominicanos.

Este dÃa festivo no solo resalta la devoción religiosa, sino también la riqueza cultural y la unidad del pueblo dominicano. Las calles de Higüey se llenan de música, bailes y gastronomÃa tÃpica, creando un ambiente de celebración y camaraderÃa que atrae tanto a locales como a turistas.
«La Virgen de la Altagracia es un pilar fundamental de nuestra identidad nacional. Su protección y guÃa nos inspiran a trabajar por un futuro mejor para todos los dominicanos»

Dr. AmÃn Cruz CEO presidente, fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.