Por Dr. Amín Cruz

“La injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes.” Martin Luther King Jr
El 4 de abril de 1968, Martin Luther King Jr., ícono de la lucha contra el racismo y la segregación, fue asesinado a los 39 años. Su muerte, rodeada de dudas y teorías, marcó un punto crítico en la historia de los derechos civiles en Estados Unidos.
Un Contexto de Tensión Social
En los meses previos a su asesinato, King apoyaba la huelga de 1,300 trabajadores municipales, en su mayoría afroamericanos, que recolectaban basura en Memphis, Tennessee. El conflicto, provocado por la negativa del alcalde Henry Loeb a ajustar los salarios, había generado violencia y protestas en la ciudad. Paralelamente, King organizaba una marcha en Washington para el 22 de abril, destinada a visibilizar la pobreza que afectaba a los afroamericanos en el sur del país.
Los Últimos Días de un Líder
A pesar de las amenazas constantes, King se trasladó a Memphis, donde se hospedó en el modesto Hotel Lorraine, un espacio reservado para la comunidad afroamericana. Durante una reunión con sus colaboradores, expresó su disposición a sacrificar su vida por la causa: «Si el precio por liberar a los Estados Unidos de la injusticia y los prejuicios raciales es mi muerte, estoy dispuesto a pagarlo».
El 4 de abril, mientras King se encontraba en el balcón del hotel, un disparo de un rifle Remington calibre 30.06 lo alcanzó, causándole una herida fatal en la médula espinal. Fue trasladado al Hospital Saint Joseph, donde fue declarado muerto una hora después.
El Asesino y las Dudas Persistentes
James Earl Ray, un delincuente de poca monta, fue identificado como el autor del crimen tras dejar sus huellas en el arma utilizada. Su captura ocurrió dos meses después en Londres, tras una compleja huida por Canadá y Europa. Sin embargo, las circunstancias de su escape y su aparente incapacidad para planear un asesinato de tal magnitud han alimentado teorías sobre la posible participación de una organización más grande, como el Ku Klux Klan.
Reacciones y Consecuencias
La muerte de King desató una ola de disturbios en más de 100 ciudades de Estados Unidos, dejando 43 muertos, miles de heridos y daños materiales millonarios. Aunque su mensaje de paz buscaba unir a la nación, su asesinato evidenció las profundas divisiones raciales y sociales del país.
Un Legado Inquebrantable
Martin Luther King Jr. dedicó su vida a la lucha por la igualdad y la justicia, proclamando una visión de armonía entre blancos y negros. Su muerte no apagó su legado; al contrario, su sacrificio continúa inspirando movimientos por los derechos civiles en todo el mundo.
“Nunca, nunca tengas miedo de hacer lo correcto, especialmente si el bienestar de una persona o animal está en juego. Los castigos de la sociedad son pequeños en comparación con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos para otro lado.” Martin Luther King Jr
Dr. Amín Cruz CEO presidente, fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre Embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, Diplomático, Historiador, Escritor, Educador.