«La IA puede ser la mayor revolución tecnológica de nuestra era, si aprendemos a utilizarla con ética y responsabilidad.»
Aborda un tema clave en el desarrollo tecnológico actual: el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el progreso global y la posibilidad de que incremente desigualdades si no se gestiona de manera equitativa.
IA: Potencial para el Desarrollo y Riesgos de Exclusión
La IA puede ser un motor de transformación en diversos sectores, acelerando la agricultura, la planificación urbana, la producción industrial y el acceso a servicios esenciales.
La proyección de que su mercado alcance los 4.8 billones de dólares en 2033, muestra el crecimiento exponencial de esta tecnología.
Sin embargo, el informe advierte sobre la concentración de desarrollo en pocas regiones:
-Estados Unidos y China dominan el sector, con un 60% de las patentes y el 33% de las publicaciones científicas en IA.
-Solo 100 empresas financiaron el 40% de la investigación en 2022, lo que sugiere una fuerte concentración de poder y recursos tecnológicos.
-Los países en desarrollo tienen una participación mínima, lo que podría ampliar la brecha tecnológica mundial.
Además, gigantes tecnológicos como Apple, Nvidia y Microsoft poseen cada uno un valor de mercado similar al PIB de todo el continente africano, lo que evidencia la enorme concentración de poder tecnológico
Desafío de la Equidad y la Gobernanza de la IA
El informe destaca la necesidad de una supervisión ética y transparente, ya que la IA evoluciona más rápido de lo que los gobiernos pueden responder.
Sin una regulación global clara, se corre el riesgo de profundizar las divisiones económicas y sociales.
Los países en desarrollo tienen dificultades para acceder a la infraestructura necesaria, pero hay casos con avances significativos:
Brasil, China, India y Filipinas han impulsado el desarrollo de IA, con un incremento del 30% en el número de desarrolladores en Filipinas entre 2022 y 2023.
China lidera en asequibilidad y volumen de datos, factores esenciales para el desarrollo de IA.
A pesar de estos avances, la gobernanza sigue siendo liderada por un pequeño grupo de países, dejando fuera a poblaciones que serán afectadas por estas tecnologías sin posibilidad de participación en su regulación.
Propuestas de Gobernanza Global para la IA
Actualmente, 118 países, en su mayoría del Sur Global, están ausentes de los debates internacionales sobre regulación de la IA.
Esto genera preocupación sobre una posible brecha tecnológica que amplifique desigualdades.
Los países en desarrollo deben tomar medidas urgentes, enfocándose en infraestructura, acceso a datos y formación en competencias tecnológicas para aprovechar el potencial de la IA y evitar quedar marginados en su evolución.
En 2025, los Estados miembros de la ONU adoptaron el Pacto para el Futuro y el Pacto Digital Global, con compromisos para mejorar la regulación internacional de la IA.
El objetivo es fomentar:
-Acceso equitativo a datos e infraestructura tecnológica.
-Participación global en el diseño de regulaciones.
-Uso ético de la IA para evitar discriminaciones y exclusión.
Plan de Acción para una IA Inclusiva
La UNCTAD propone una cooperación internacional más sólida, orientada a que la IA beneficie a toda la humanidad en lugar de reforzar divisiones económicas. Entre las estrategias clave están:
-Compromiso de la industria: Un mecanismo de transparencia equivalente a las regulaciones ambientales podría asegurar que las empresas tecnológicas respeten principios éticos.
-Infraestructura compartida: Crear plataformas globales de IA accesibles para países en desarrollo.
-Innovación abierta: Fomentar datos abiertos y código abierto para democratizar el conocimiento.
-Desarrollo de capacidades: Programas de intercambio y educación para mejorar la preparación de los países en desarrollo en IA.
La IA puede ser una fuerza de crecimiento inclusivo, pero requiere una gestión equitativa y regulación ética.
Sin una estrategia de gobernanza justa, existe el riesgo de que naciones con menor acceso a tecnología queden marginadas, profundizando desigualdades en el panorama global.
La clave estará en garantizar una IA accesible, transparente y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, asegurando que beneficie a la mayor cantidad de personas posible.
Y fomentar la cooperación internacional y establecer mecanismos de supervisión ética que prioricen el bienestar humano por encima del beneficio económico exclusivo de unas pocas potencias.
«La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero su impacto depende de la ética con la que se implemente.»
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero E-mail periodistaaaguilar@gmail.com